Desde Travel Work queremos recomendaros una interesante noticia sobre la importancia de las prácticas y la experiencia en el extranjero, valores clave para los universitarios.
En igualdad de título, dos factores inclinan la balanza a la hora de contratar graduados universitarios: las prácticas en empresas durante la carrera y la experiencia en el extranjero, ya sea para aprender idiomas, para completar los estudios o simplemente para buscarse la vida durante un tiempo. Estas dos experiencias son muy valoradas por las compañías e instituciones, más incluso que la universidad en la que se ha estudiado. Los datos salen de la primera encuesta a empleadores que realiza la Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari (AQU). A través de entrevistas a responsables de 1.325 empresas de Catalunya, el trabajo analiza la inserción laboral de los universitarios, lo que esperan de ellos y lo que les ofrecen.
«A un estudiante le diría que, por poco que pueda, busque prácticas y vaya al extranjero, las opciones de encontrar trabajo luego se multiplican», señaló el presidente de la AQU, Josep Joan Moreso, durante la presentación del estudio esta semana. En un momento en el que el paro juvenil alcanza el 50% de la población menor de 25 años, un título pelado ya no es suficiente para tener empleo, hay que diferenciarse, viene a destacar el estudio. Con las prácticas, se adquiere experiencia, hábitos de trabajo y contactos. Con las estancias en el extranjero, se mejoran los idiomas y se amplía la cultura.
Por eso, el informe sobre ocupadores de la AQU recomienda que todos los grados incluyan prácticas obligatorias en empresas en su plan de estudios, algo que ahora no ocurre. También que se fortalezca la relación entre las bolsas de trabajo de la universidad y las compañías e instituciones. En cuanto a las estancias internacionales, se da la paradoja de que las pueden disfrutar cada vez menos estudiantes.
La principal vía para viajar fuera mientras se cursa la carrera es el programa europeo Erasmus, y aquí los recortes del Gobierno central y el endurecimiento de los requisitos para acceder a las becas han pasado factura. En los últimos dos años, la cuantía de las ayudas Erasmus ha caído en más de un 40%, mientras que el número de becarios se ha reducido en un 7%. El año pasado hubo 2.328 estudiantes universitarios menos que obtuvieron una beca Erasmus respecto al curso anterior: los becarios pasaron de 33.049 en el curso 2012-2013 a 30.721 en el siguiente. Y la dotación lineal que el Ministerio de Educación da a todos los Erasmus ha bajado de los 172 euros de cuantía media mensual en el 2010-2011 a 100 euros en los dos últimos cursos, un descenso del 41,86%. «La política de becas en general debe cambiar y cubrir a más estudiantes», destacó Moreso al respecto.
Recordad que desde Travel Work trabajamos para ayudar a los jóvenes a ganar experiencia internacional. Podéis contactar con nosotros sin compromiso.
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